La envolvente térmica y acústica de los edificios es la primera y la más importante barrera de protección que tiene nuestro hogar frente a las inclemencias meteorológicas. Es por ello que un buen diseño y ejecución aporta confort y ahorro energético.
En su diseño, los elementos más importantes que conforman la envolvente y a los que debe prestarse especial atención son: Las carpinterías, los aislamientos térmicos y acústicos y los puentes térmicos.
Con un buen aislamiento térmico, la temperatura de las habitaciones se mantiene constante y sostenida sin necesidad de recurrir en todo momento al uso de los equipos de climatización. El resultado inmediato es una sensación de confort, calidad ambiental y ahorro en gasto energético al limitar el uso de los equipos.
¿Pero qué sucede cuando nuestro edificio no cuenta con una correcta envolvente? Sencillamente no se tiene confort, calidad ambiental y el gasto de energía se convierte en una segunda hipoteca, la denominada hipoteca energética.
La realidad es que existen muchas viviendas mal aisladas debido a la época en la que fueron construidas, o simplemente no se consideró importante el aislamiento en su diseño. Afortunadamente existen muchas situaciones en las que se puede solucionar el problema del aislamiento térmico en viviendas de manera rápida, económica y muy efectiva.
Si hacemos una contabilidad de pérdidas energéticas de una vivienda, alrededor de un 25% del calor se pierde por la cubierta, un 35% por los cerramientos, un 10% por las ventanas, un 10% en
puentes térmicos y un 10% en la renovación interior de aire.
Con la mejora del aislamiento térmico, es posible conseguir una reducción de hasta un 52% de consumo de energía en los cerramientos, lo que se traduce en un considerable ahorro económico.
En multitud de ocasiones, se da la situación de tener en invierno la calefacción encendida todo el día y la desagradable sensación de no llegar a calentar completamente las estancias.
Lo contrario sucede cuando en verano se tiene el aire acondicionado encendido y, en el mismo momento en que lo desconectamos para ahorrar algo de energía, nos damos cuenta que al poco rato
prácticamente estamos a la misma temperatura que en el exterior.
Estas sensaciones de falta de confort y calidad ambiental, se pueden solucionar en la mayoría de los casos de manera muy simple con un buen aislamiento térmico y a coste reducido. La inversión que
usted realice será amortizada en el plazo de 1-2 años, dependiendo de la tipología de la vivienda.
El vapor de agua condensa cuando la humedad es elevada en el ambiente y las paredes están frías. Por lo que elevando la temperatura de las paredes se evita la condensación.
Las humedades de condensación provocan con el tiempo un deterioro claro en las condiciones de salubridad de la vivienda, hasta el punto de producir con facilidad colonias de hongos. Las consecuencias
directas para la salud son asma, neumonitis y conjuntivitis
En muchas situaciones, oímos las conversaciones de nuestros vecinos, el volumen elevado de la televisión, el taconeo en el piso de arriba al caminar... ruidos molestos que nos afectan el sueño
nocturno y nos perjudican en el discurrir del día a día.
Thermofloc Aplicadores pone a su servicio distintas soluciones acústicas para atenuar el ruido aéreo procedente de sus ruidosos vecinos.
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